Time to break Free... land

No es normal que de un jugador británico de baloncesto se espere tanto, porque el Reino Unido nunca ha sido una gran potencia exportadora de jugadores, y además su liga está a años luces de la de la mayoría de los países europeos. Sin embargo, Joel Freeland lleva los suficientes años en España como para olvidar sus raíces británicas y desplegar todo el baloncesto que se le supone. El Kalise Gran Canaria tiene en sus filas a un jugador que puede y debe reivindicarse este año como una de las grandes sorpresas de la ACB para la presente temporada.

No fue hasta el draft del año pasado 2007 hasta cuando empezó a sonar el nombre de Freeland por todo este mundillo. Desconocido para propios y extraños -imagino que no lo sería en las islas- este espigado alapívot de 2.11 centímetros demostraba en los workouts previos a la ceremonia del draft que tenía talento y condiciones. Los Portland Trail Blazers no desaprovecharon la oportunidad y le draftearon en el puesto 30 de la primera ronda. Exacto, eso es lo más curioso, en primera ronda. Es cierto que hemos sido testigos de numerosísimos pufos de elecciones de draft que salían en primera ronda -y algunos en el TOP 5- para terminar siendo jugadores de rotación o simplemente el potencial no se correspondía con lo que podían dar después.

Hace relativamente poco tiempo, cosa así de 2 o 3 meses, el georgiano Nikoloz Tskitishvili sorprendió con unas declaraciones sobre su elección como número 5 del draft del 2003. A grandes rasgos, daba a conocer que quizá su elección en el draft no se correspondía con el verdadero talento que aunaba. Le honra que diga esas palabras, pero de igual manera estaba echando tierra encima de sus propias esperanzas de conseguir un contrato digno en alguna liga importante, además de poner de vuelta y media a los scouters internacionales. Bofetada doble, pero necesaria. Alguien tenía que parar esa vorágine.

Freeland podía haber sido otro caso Tskitishvili, sólo que la franquicia de Oregon se reservó un puesto no demasiado arriesgado para selección al británico. Además confió en su crecimiento en el seno de un equipo europeo que se caracteriza por cuidar de los jugadores jóvenes. Eduardo Hernández Sonseca, Fran Vázquez y Mario Fernández tuvieron (y siguen teniendo, en unos casos) su oportunidad en el Kalise Gran Canaria y no la desaprovecharon. Aunque tendrá la competencia de James Augustine, Daniel Kickert y Sitapha Savané, a mi juicio este año debe ser el de la consagración de Joel, porque talento tiene y sus 21 años son suficientes garantías para dotar al juego interior del Gran Canaria de la robustez y solvencia necesaria para triunfar en ACB.

Es difícil en este momento realizar la comparación de Freeland con algún otr jugador conocido, pero si me aventuro un poco, podría decir que tendría que ser comparable a Tiago Splitter, del Tau Vitoria, con el que guarda semejanza en la constitución física y capacidad atlética. No obstante, reitero que es pronto para saber si Joel alcanzará el status en la liga del brasileño. Ahora bien, menuda joyita tiene el Gran Canaria si se pareciera a Splitter...

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