Por favor, a aquellos que sólo tienen la palabra fracaso en la mente para lo ocurrido en el Eurobasket: que no, que esto no es un fracaso, que fracaso es lo del angolazo, como mucho. No nos damos cuenta que hemos ganado una plata, y no perdido un oro.
¿Que fastidia? Pues claro. ¿Que pensabamos que podíamos alcanzar el oro? Sin duda. Pero en esta ocasión la diferencia entre un oro y una plata ha sido una genialidad de Holden, que encima anota con una suerte tremenda, ante una defensa asfixiante de Calderón.
No nos engañemos, si nos hubieran dicho hace unos años que tendríamos una de las mejores generaciones de jugadores de baloncesto español de la historia, capaces de afrontar campeonatos con grandes posibilidades de lograrlo... nos habríamos dado con un canto en los dientes.
Enhorabuena a Pepu y sus chicos por los momentos inolvidables que nos han dado.
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