Inesperado tropiezo de la selección contra el combinado adriático, que había causado una pobre impresión en los dos primeros partidos de la primera fase. No nos viene mal una cura de humildad para bajar los humos que rodeaban a toda la parafernalia que últimamente rodea a la selección. Algunos pueden pensar que la derrota es injusta, porque la última jugada fue una clara falta sobre Rudy Fernández. Además, el triple que puso por delante a Croacia en los últimos segundos tenía que haber sido defendido de otra manera, o incluso haber provocado una falta para forzar como máximo el empate (sobre la forma de defender estas situaciones hay escritos verdaderos tomos).
Lo cierto es que nadie pensaba que esta Croacia mermada por la no asistencia de jugadores como Vujcic o Giricek podía siquiera abofetear de esta manera a España.
No está mal que la derrota haya sido a estas alturas de campeonato. Peor hubiera sido si la misma se produce en cuartos de final o en cualquier otra eliminatoria (que le pregunten a la selección de fútbol).
Intuyo que Pepu ahora tendrá un trabajo extra de psicólogo. Destruida la coraza que nos hacía invencibles, los jugadores españoles han de darse cuenta que el ambiente de euforia a su alrededor quizá distrae en demasía los elementos esenciales de un partido de baloncesto: la capacidad de reacción, la sangre fría y el otro baloncesto. Ese deporte que se juega paralelamente al partido y que trata de desconcentrar al rival, de impedir que despliegue su juego el mejor del contrario y de ganarse el respeto de los árbitros.
Conclusiones sobre el partido:
-No ha funcionado como nos tiene acostumbrado Pepu el juego dentro-fuera. La circulación de balón ha sido dificultosa por el buen hacer defensivo de los croatas, en especial de Marko Tomas (¿y ahora lo cede el Real Madrid?), Nikola Prkacin y Marko Banic (¿éste no jugaba en la ACB?).
-Hemos tenido el peor tercer cuarto que recuerdo de los últimos 2 años. De hecho, es en el tercer cuarto cuando la engrasada máquina española suele distanciarse en los partidos. Es posible que estemos pagando la cantidad de partidos jugados hasta ahora de manera tan consecutiva.
-Nos sigue faltando Navarro, lo que supone no contar con un jugador diferente, y además con un jugador extra en la rotación exterior.
-Nos hemos dejado coger 14 rebotes ofensivos. Demasiados para una selección que no cuenta con unos reboteadores natos como Reyes o Gasol.
-El porcentaje de libres debe subir; un 70% es mejorable y seguro que va a mejorar.
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