-Felipe Reyes: ala-pivot de 2'03 m de los de la vieja escuela, de mucha brega y garra en la cancha, que sabe moverse perfectamente en el poste donde prefiera la lucha y el contacto para conseguir posiciones para el rebote ofensivo, que es su especialidad. Este año en su club ha conseguido erigirse como el símbolo de un equipo en el que la entrega es su principal valor. No da un balón por perdido, tiene un talento extraordinario para capturar rechaces a ambos lados de la pista. Pese a no tener una gran capacidad de salto, ni tener una altura consederable, su capacidad reboteadora sorprende cada partido, debido a su sentido de la colocación y sus manos fuertes y rápidas. Los balones que quedan en tierra de nadie siempre son suyos. De hecho, si tuviera algunos centímetros más y una capacidad atlética mayor, sería seguro carne de NBA y podría codearse con los mejores reboteadores del mundo. Además de su faceta reboteadora, cabe destacar su capacidad anotadora, y su incipiente habilidad para asistir a sus compañeros en el poste. Ha desarrollado un más que notable tiro desde los 4 o 5 metros, con lo que sus dificultades para anotar desde la línea de tiros libres parecen haberse solventado. No suele terminar sus canastas con mates, porque normalmente la altura de sus rivales le impide realizar este gesto; sin embargo, su rapidez de pies, su agilidad y su fortaleza física le permite desenvolverse en la zona para acabar las jugadas con un tiro a media distancia o bandeja con cualquiera de sus manos. Su tendencia a enfadarse con los árbitros por decisiones dudosas parece haberse calmado con los años, y por tanto, no se le señalan tantas técnicas como antaño. De todos modos, su temperamento y sus ganas de ganar le juegan a menudo malas pasadas. Imprescindible en el juego colectivo de la selección.
-Jorge Garbajosa: el ala-pivot de los Raptors es un ejemplo claro de 4 moderno. Gran manejador de balón para su altura y efectivo tiro desde larga distancia, Jorge es el jugador que hace de todo y todo lo hace bien. No es un jugador interior en toda regla, pero no es difícil verle capturar 7 u 8 rebotes por partido, con lo que su presencia en el poste resulta también imprescindible. Tiene un gran desplazamiento lateral y un sentido táctico extraordinarios, con lo que la defensa de la selección española puede subir muchos enteros con su presencia. Además, posee manos rápidas y capacidad de anticipación, permitiendo a España robar algunos balones y provocar situaciones de contraataques que suelen ser culminadas por los jugadores del perímetro. Su destacable tiro de 3 impide a las defensas cerrarse en zona en situaciones defensivas. No tiene un gran porcentaje, pero suele ser muy oportuno en sus tiros. Además, en caso de que no pueda realizar ese movimiento, tiene recursos para realizar un penetración y tirar desde posiciones más cercanas al aro o doblar el balón a jugadores del perímetro que se encuentren más libres fuera de la zona. Acaba de salir de una grave lesión de tobillo que puede mermarle su aportación a la selección durante el próximo Eurobasket. No obstante, su juego antes de la lesión se había desarrollado en la posición de 3, donde era el alero titular de los Toronto Raptors y estaba afianzando su condición de jugador sólido e inteligente, algo que ya sabíamos los que pudimos disfrutar de él en los años que estuvo en España e Italia.
-Jordi Trías: ala-pivot del AXA Barcelona, que ha sido el último descarte para Pepu Hernández. A pesar de su ausencia en el campeonato su labor en los partidos preparatorios merecen un comentario en este post. Jordi es un 4 atlético, con una velocidad de desplazamiento de un alero, y que este año ha sufrido una metamorfosis que lo ha convertido en un jugador muy competitivo. Acostumbrado a ser el jugador número 12 de las plantillas donde ha estado, el último año ha incrementado la calidad y el acierto en su juego, hasta el punto que ha sido nombrado MVP de la Copa del Rey de este año. Destaca por su velocidad y su capacidad de pase a los jugadores interiores. Si bien no tiene una fortaleza física como otros compañeros, su espíritu de sacrificio le permiten ser un más que decente reboteador y un tenaz defensor. Es un muy buen finalizador de contraataques, arma muy utilizable si el partido está roto, pero sufre algunas ausencia mentales a lo largo del partido, que pueden provocar pérdidas absurdas de balón y canastas fáciles. A pesar de tener 27 años, todavía parece tener margen de mejora, y puede ser una buena opción para Pepu para la posición de 4 en otros campeonatos en caso de lesión de alguno de los anteriores.
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