Sacramento Kings 2008/09: Rebuilding mode

Vientos de cambio en la capital del estado de California. Los Kings han visto este verano como su jugador más carismático, Ron Artest, era traspasado a los Rockets a cambio del novato Donte Greene, del veterano base Bobby Jackson, y sobre todo, de un gran margen salarial para la presente temporada que ha sido la baza fundamental para consolidar el traspaso. Por supuesto, sin la existencia de esta diferencia salarial, la transacción no habría tenido ni pies ni cabeza, porque Artest puede tener la azotea peor amueblada que el mismísimo Dennis Rodman, pero al menos te garantiza una intensidad en el juego y unos intangibles que, a día de hoy, ni Francisco García ni John Salmons te pueden ofrecer.

El verano no acaba aquí, porque además Shareef Abdur-Rahim ha anunciado recientemente su retirada de las pistas. El ala-pívot ha sufrido numerosas lesiones en su carrera y una recuperación completa de sus rodillas le obligaría a guardar reposo durante demasiado tiempo. Un tiempo que Sacramento no tiene si desea apostar por la reconstrucción de la franquicia a base de jóvenes con talento. Si la NBA certifica que el estado físico de Abdur-Rahim es tan severo que justifica de pleno derecho la retirada, eso repercutirá positivamente en las arcas californianas, porque el salario de Shareef ya no contaría para esta temporada: más margen salarial en la búsqueda de un agente libre para la temporada que viene.

En otro plano está la renovación de Beno Udrih, un base esloveno que, sin ser una estrella, se ha ganado de la oportunidad de debutar como miembro del quinteto inicial desde noviembre. Pasar demasiado tiempo a la sombra de Tony Parker casi termina por llevarle al ostracismo en la serie B de entre los jugadores internacionales que pululan en la NBA, pero un traspaso a su debido momento le permitió reivindicarse como un digno starter en una franquicia en plena reconstrucción.

Hay otros dos aspectos positivos en la formación de la plantilla de Sacramento: los novatos Donté Greene y Jason Thompson. El primero llegó de la manera antes comentada, pero no ha tardado en demostrar que tiene madera de jugón. En su primer partido en las ligas de verano se marcó la friolera de 40 puntos. Así de simple. "¿Apostais por mí? Os devuelvo con gratitud vuestra confianza con un partidazo". Vale, es sólo un partido, pero no tiene por qué dejar de ser la primera baldosa del camino que lleve a Donté a un status de jugadorazo por el que ya pasaron gente como Tony Parker, Gilbert Arenas o Michael Redd, que desde posiciones del draft bastante bajas se consagraron como grandes jugadores de la liga. Greene no fue tan bajo - puesto 28 de la 1º ronda - pero no tan alto como se podía esperar en las primeras apuestas a comienzo de la temporada 2007/08.

Jason Thompson sí fue drafteado en un puesto más alto del esperado. Salir de la universidad de Rider y presentarse al draft no contaba con muchas garantías de éxito. Rider es una universidad casi desconocida, con apenas prestigio entre los entendidos de este deporte en EEUU. Da igual que hayas tenido una carrera fantástica, y que hayas batido todos los records disponibles en Rider porque nunca va a tener la misma relevancia que si se tratara de Duke, Georgetown, North Carolina, Kentucky o Kansas. En principio, claro.

Sin embargo, Jason ha caído de pie en Sacramento, con las ideas claras de jugador con cabeza y con personalidad, casi ajeno a los estereotipos de macarra de barrio decadente que se suele rodear a la mayor parte de jóvenes que se presentan al draft. Digamos que Thompson podría haber salido perfectamente de Stanford, la más pija de las universidades americanas que compiten con cierto nivel en la NCAA. De esta manera, y haciendo una más que interesante liga de verano, JT - como ya le conocen en Sacramento - ha comprado los boletos para convertirse en el ala-pívot titular de los Kings. Me gusta este chaval. Es ágil, tiene buen tiro, capacidad de sacrificio, altura y rebote... las armas que se necesitan para ser alguien en la NBA.

Y la apuesta de futuro y de presente es Spencer Hawes. La temporada 2008/09 puede convertirse en el punto de inflexión que determine si Hawes va para estrella o agitará toallas desde el banquillo. La apuesta de Reggie Theus por la juventud tiene marcada la fecha del posible traspaso de Brad Miller a cualquier otra franquicia a fin de darle a Hawes la oportunidad y los minutos que necesita para asentarse en la liga. Y esa fecha debe llegar antes del inicio de la temporada. Spencer ha dado sobradas pinceladas de gran clase y enormes fundamentos, pero aún no había tenido la oportunidad para marcarse el objetivo de tirar del carro de los Kings.

A las caras nuevas se le une la renovación de Francisco García, y el año más de experiencia de hombres como Kevin Martin, John Salmons y Quincy Douby. Martin y Salmons ya eran jugadores importantes - Martin ha sido el máximo anotador de los Kings en las últimas temporadas - y Salmons destaca por su versatilidad. Douby es el que menos cosas ha podido demostrar, a pesar de ser un jugador que siempre realiza unos buenos training camps previos a la liga.

A pesar de todas las notas positivas citadas, el contrato de Kenny Thomas sigue siendo un lastre. Aunque Theus no piense darle a Jason Thompson la titularidad de inicio, Kenny Thomas no parece el hombre destinado a ocupar ese puesto. Mikki Moore, jornalero de liga durante muchos años, ha encontrado la estabilidad en la capital californiana y puede desempeñar tal función como hizo el año pasado. No es jugador muy de mi gusto, pero al menos garantiza lo que los americanos llaman hustle, lucha, brega bajo los tableros y entrega durante los minutos que pisa la pista. Sinceramente creo que terminará dejando su puesto en favor de Thompson.

Otro de los jugadores que tiene que dar un pasa hacia adelante y justificar el traspaso de Mike Bibby el año pasado es pívot Shelden Williams. Ni por asomo ha demostrado lo que se esperaba de él, y ahora en Sacramento, olvidado casi el nivel de exigencia máximo que te otorga ser un antiguo número 3 del draft, puede ir ganándole pasos poco a poco a Moore y sobre todo a Thomas en favor de un baloncesto más rocoso y de fuerza que el de los anteriores.

El que viene a dar la nota de veteranía a la plantilla es Bobby Jackson, Mr. Magoo 2, que retorna a la disciplina de los Kings como parte del traspaso de Ron Artest como antes mencioné. Ya ha dejado caer que no llega como simple espectador, sino que confía en participar 15-20 minutos cada noche, para dejarnos sus 10-12 puntos y pildorazos de su gran clase, aunque ya no es el que era hace 4 o 5 años.

También ha llegado Bobby Brown, un base que no fue drafteado el año pasado y que tras un fugaz paso por Europa, ha realizado unas summer leagues tan interesantes que le han valido un contrato con la franquicia californiana. Se trata de un jugador atlético y con fama de buen defensor, pero con cierta inconsistencia en el juego. fue pretendido por el Regal Barcelona este verano, pero la oferta de la NBA era más tentadora en lo deportivo, según su criterio, claro está.

La plantilla de los Kings queda así:

• Bases: Beno Udrih, Bobby Jackson y Bobby Brown.


• Escoltas: Kevin Martin, John Salmons y Quincy douby


• Aleros: Francisco García y Donté Greene


• Ala-pívots: Mikki Moore, Jason Thompson y Kenny Thomas


• Pívots: Brad Miller, Spencer Hawes y Shelden Williams

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