Bynum ya no será mileurista

Tampoco lo era antes, pero con la suculenta renovación que acaba de firmar se asegura formar parte de la élite de los jugadores NBA que cobra más de 10 kilos de euros al año. El contrato, que entrará en vigor para la temporada que viene, será de 58 millones de dólares por 4 años, aproximadamente 45 millones de euros. Una buena morterada, sí señor.

El tema es que, si bien Los Angeles Lakers se asegura contar con un más que probable All Star para los próximas años, esta firma implica varias cosas más:

• Kobe Bryant tiene una cláusula de su contrato por la que puede desvincularse unilateralmente de Lakers a final de campaña. Si las cosas no marchan bien, Bryant puede intentar explorar el mercado. Si a pesar de ello el equipo de Phil Jackson sigue interesado en contar con sus servicios, me temo que el salary cap no le dará margen a una búsqueda de agentes libres interesantes.


• Pau Gasol lleva demasiado tiempo acostumbrado a la posición de 5, donde ha jugado normalmente tanto en su etapa en los Grizzlies como en la selección española. Tras su llegada a Los Angeles, la intención inicial de Phil Jackson era la de usarlo de ala-pívot una vez que Bynum sanara, y con sólo un partido a sus espaldas, me parece que el rendimiento de un Gasol ya acomodado a jugar de 5 tardará en adaptarse a la de 4. Tanto el físico, la mentalidad y la velocidad del Gasol actual distan mucho del que despegó en el Barça y del que llegó a la NBA; pero talento y clase le sobran para intentar esa readaptación. No obstante, no será tarea fácil.


• La interesante apuesta por la colocación de Ariza en el puesto de 3 situa tanto a Radmanovic como a Odom en el disparadero para un posible trade antes de la fecha límite. La pérdida de uno de estos dos valores - o de los dos - puede notarse demasiado, porque en Los Angeles no hay nadie salvo Vujacic con el acierto exterior de Radmanovic ni con la versatilidad de Odom. De éste último se ha dicho que no ha llegado en forma al comienzo de la temporada, y puede ser cierto, pero tuvo un papel el año pasado tan sobresaliente durante gran parte del curso baloncestístico que cabe pensar que una salida inminente dejaría manco a Phil Jackson en cuanto al juego en equipo se refiere. Todo apuntaría ya a que el Kobe-sistema funcionaría a plento rendimiento en la franquicia californiana.

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