Vonteego Cummings llegaba al MMT Estudiantes con la voluntad de sustituir al linense Sergio Sánchez y mejorar, con mucho, al controvertido Gonzalo Martínez. Gonzalo llevaba tantos años en la liga que parecía casi injusto el ataque indiscriminado de medios y de afición a su juego. Sinceramente, yo tampoco lo veía como un base de garantías para un equipo de las exigencias del Estudiantes, porque físicamente está a años luz de la mayor parte de sus homólogos en otros clubes, y además, tampoco tiene una consistencia a ambos lados de la pista como para basar su juego exclusivamente en la inteligencia y la capacidad de pase, pero acusarle de ser un jugador que apenas llega a categoría LEB, eso yo lo he escuchado y no creo que le haga justicia. Obviamente, el equipo del Ramiro de Maeztu necesita lo que los americanos llaman un upgrade de su posición de base, y esa mejora de calidad podía llegar perfectamente con Cummings.
Vonteego tenía pinta de ser la solución. Había tenido una trayectoria - corta, eso sí - en la NBA y había desfilado también por suficientes plantillas europeas como para pensar que no le iba a costar nada la adaptación a una liga que pisa por primera vez, pero que tiene un nivel de exigencia muy superior al de sus anteriores etapas. Es aguerrido, decente defensor y puede penetrar y doblar a la perfección. Su tiro muestra más dudas, claro que para esa tarea Estudiantes ya cuenta con Jasen, Beirán o Iturbe.
Y de pronto, durante el verano, surgió la figura de Jayson Granger. Había disputado algunos minutos la temporada pasada con el primer equipo, pero nunca dio la impresión de tener el cuajo suficiente como para pegar el salto de calidad que este año ha realizado. Se trata de un base uruguayo de nacimiento pero americano de genes (su padre era jugador de baloncesto americano que disputó la liga uruguaya y echó raíces en el país sudamericano) que esta temporada ya va a completar su carrera en el primer equipo. Con un desparpajo sobresaliente y unas condiciones atléticas envidiables, Jayson ha dado muestras de que no es sólo un base de cantera que está dispuesto a jugar los minutos de la basura en el MMT, sino que se encuentra en plenas condiciones para disputarle de tú a tú la titularidad a Cummings.
Destaca por su intuición y su anticipación, además de su velocidad al contraataque y la facilidad de penetración: prácticamente todo lo que el año pasado el Estudiantes necesitaba respecto al año anterior. Además, sus porcentajes de tiro van en aumento, y ha mejorado enormemente en la toma de decisiones, a pesar de que todavía es frecuente realizar alguna pérdida de balón absurda causada por su juventud e inexperiencia. No obstante, son defectos que se "curan" con el tiempo. Eso sí, con 19 años, tiene todo por delante para convertirse en un base de referencia en la ACB.
La expresión "no hay mal que por bien no venga" cobra todo sentido cuando, un año patético del Estudiantes en lo institucional y lo deportivo, acarrea la explosión de talentos tan descomunales como el Jayson Granger. Ante la falta de fichajes, apuesta por la cantera. Y la cantera es la del Ramiro... mejor que mejor.
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http://pirrimarzon.blogspot.com/2008/10/jayson-granger-futuro-o-presente.html
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