Una de las mayores putadas que podrían hacerme es llevarme a una isla desierta y que me dieran un reproductor de música (de batería infinita, se sobreentiende) y un único disco a elegir. A lo largo de mi vida he tenido momentos en los he preferido un estilo de música a otro, he pasado del heavy metal clásico al AOR, tocando el jazz, blues, soul funky y varios estilos más. Conforme he ido avanzando, resulta más que lógico que vaya buscando sonidos diferentes, más sugerentes, más introspectivos.
No soy un entendido en la materia, ni estoy capacitado para hacer críticas o reviews como otros muchos profesionales o advenedizos, pero me gustar destacar los discos que me llegan, que me dicen cosas, con los que me entusiasmo, para que otros puedan tener al menos la misma sensación que yo.
El disco que tenía en mente era (y es) un clásico del Hard Rock, aunque de los menos conocidos. Se trata del primer trabajo en solitario de Mitch Malloy, también titulado Mitch Malloy, y aunque nunca ha llamado la atención más que cualquier otro disco de Hard Rock de finales de los 80 principios de los 90, a mí me gusta.
Para los puristas del Hard Rock, Mitch Malloy no pasa de ser una copia mariposeada del Bon Jovi de la época, y que dejó poca huella en trabajos posteriores del mismo estilo musical. Inventar, no inventó nada, pero ¿cuántos disco hay el mercado que tienen un éxito tremendo sin necesidad de innovar? Para mí lo más destacable del disco es la impronta inconfundible del mentor de Bon Jovi, Desmond Child. Desconozco si el efecto de Desmond sobre los trabajos en los que colaboró fue tan profundo como para haber participado en tantas obras maestras del Hard Rock, o simplemente fue fruto del talento incuestinable de los músicos de los que se rodeó, más unas dosis de casualidad, oportunidad y genialidad, por supuesto. Lo cierto es que, pese a tener un sonido Jovi, Malloy adopta lo mejor del de New Jersey y se aleja de los estereotipos menos elegantes de la época, tipo Mötley Crüe (tendrán su público, pero no son santo de mi devoción).
A destacar: "Anything at all", "Nobody wins in this war", "Problem child", "Stranded in the middle of nowhere",... es decir, todas. Es de esos discos que tienes que escucharte enteros, sin pausa, sin que nadie te moleste, o en buena compañía, y disfrutar de un estupendo rato de Hard Rock con clase. La producción es excelente, con lo que el sonido no pierde calidad si reparas en los matices. Por eso, hay que escucharlo con el suficiente volumen, y a ser posible, con un buen copazo de bourbon.
Aquí podrás disfrutar de una de las pocas entrevistas que he podido encontrar de Mitch Malloy, realizada hace 8 años por el portal musical Melodicrock.com.
Para el que tenga curiosidad:
Mitch Malloy - Anything at all
Mitch Malloy - Nobody wins in this war
Link para este artículo:
http://pirrimarzon.blogspot.com/2008/08/mitch-malloy-un-clsico-desconocido.html
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