España - Lituania: Victoria no apta para cardíacos

El combinado español ha vuelto a hacer historia 24 años después y se ha clasificado de nuevo para la gran Final de los Juegos Olímpicos. Su victoria frente a Lituania, como era previsible, ha sido muy difícil de lograr. Los bálticos dominaron el marcador durante los cuartos 2º y 3º, pero un destacado Rudy Fernández y un siempre fiable Pau Gasol han puesto las cosas en su sitio para terminar venciendo por 5 puntos, 91-86.

La baja del base José Manuel Calderón se notó desde el inicio. El que estaba llamado a ser el segundo brazo ejecutor de la selección y que no había gozado de un campeonato excesivamente brillante, tenía a día de hoy la oportunidad de reivindicarse como uno de los mejores bases de los Juegos. Un lesión en la rodilla no le ha permitido vestirse de corto, y en breve será sometido a una revisión médica para calibrar la magnitud de su lesión. No obstante, los médicos españoles aún tienen confianzas de que no sea demasiado grave y pueda participar en la gran cita de la temporada.

La inclusión de Raúl López en el quinteto desde el comienzo permitió dotar al equipo español de una velocidad en el juego y una claridad ofensiva que rara vez hemos visto en lo que va de Juegos. Sin embargo, Lituania también anotaba mediante la batuta de Jasikevicius y de unos inspirados Robertas Javtokas y Simas Jasaitis como máximos artilleros. Éste último ha acabado demostrando que es mucho mejor jugador de lo que se ha visto durante su temporada en el Tau Vitoria. La temible defensa de ayudas que toda la selección española mantuvo en el partido sobre los que presumiblemente iban a ser los máximos anotadores lituanos, Siskauskas y Kaukenas, hizo que se liberaran de la presión estos secundarios de lujo; Javtokas fue una pesadilla en la zona y Jasaitis tuvo un día grandioso desde los triples.

Al comienzo del último cuarto, España planteó una defensa en zona que desquició a los lituanos, y obnubiló el punto de mira exterior de los Jasaitis, Kaukenas y Siskauskas. Ramunas estuvo incisivo durante todo el partido, pero estuvo excepcionalmente marcado por Rudy y sobre todo Carlos Jiménez. El temor de Aíto de que Siskauskas entrara en juego hizo que Carlos prácticamente monopolizara su atención en el alero lituano, y lo secó casi por completo. Y gracias.

Sorprendente la poca aportación de Linas Kleiza -y la poca fue encima negativa -, que había hecho hasta ahora unos Juegos excepcionales, pero que a las primeras de cambio realizó una falta antideportiva sobre un jugador español y se vio relegado al banquillo. A su vuelta, en el último cuarto, tuvo la poca cabeza de realizar de nuevo una falta muy grave y fue expulsado del encuentro.

De entre los españoles, Navarro volvió a desaparecer misteriosamente de la rotación. Aíto prefirió en los momentos decisivos jugar con una pareja de bases formada por Raúl López y Ricky Rubio, y por lo visto en la cancha tampoco le fue del todo mal. O está pasando por un momento físico delicado o psicológicamente no atraviesa una etapa positiva, pero Navarro no es el jugador que fue. Con la experiencia que tiene en este tipo de competiciones, y falta que hacía un miembro extra en la rotación exterior de España, el hecho de que Aíto no esté asignándole minutos me preocupa. Y todavía más el hecho de que cuando el catalán está en pista, aumentan las pérdidas de balón y las tomas erróneas de decisiones. Esperemos que sólo sea un mal bache y que esté en plenas condiciones para la gran final.

El partido del domingo será contra EE.UU., que ha vencido a Argentina con solvencia y sin grandes apuros. Como es el favorito número 1 y ha demostrado una intensidad en defensa y ataque imponente, el partido hay que tomárselo para disfrutar, con la presión necesaria del que juega una final olímpica, pero con la libertad suficiente para pensar que, a poco que hagan los americanos, tienen argumentos físicos y técnicos suficientes para barrernos de la pista, como ya hicieron en la fase de clasificación. No obstante, la medalla de plata ya está ganada y ahora hay que disfrutar del momento. Mucha suerte para los chicos de Aíto.

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