Después de varias semanas desde el comienzo de la NBA, la D-League abre el telón con numerosas novedades. A la inclusión de nuevas franquicias subsidiarias de la NBA, también se une la mayor propaganda mercantilista sobre la liga, en aras de convertirla en una liga atractiva por sí misma, y dejar de tener la poca relevancia en medios de comunicación que ha tenido en temporadas anteriores.
Las franquicias D-League dependen funcionalmente de varias franquicias NBA, de forma que sólo tales franquicias sean capaces de captar jugadores pertenecientes a su plantilla, y sólo puedan ser asignados jugadores NBA a las franquicias D-League de la cual dependan. Algunos casos, como Los Angeles Lakers, tienen su propia franquicia exclusiva en la D-League (Los Angeles D-Fenders), pero no es lo común.
El gran problema de la D-League (antigua NBDL) es la poca identificación de los jugadores con el club. Si bien un año pueden estar jugando para un equipo, el año siguiente pueden estar en otro, o estar en otra liga, o simplemente desaparecer del mundillo. En ese aspecto es similar a la NBA, porque la cantidad traspasos que ocurren durante la post y pretemporada en la mejor liga del mundo no permite involucrar a todos los jugadores en un mismo concepto de franquicia. De todas formas, la existencia de "jugadores franquicia", que se ven asociados directamente con unos colores y una ciudad, lograr aplacar esta tendencia. Y sobre todo, la gran cobertura de medios que tiene la NBA es infinitamente mayor a la de la D-League, con lo que la información llega mucho más, la afición está mucho más arraigada, y la infraestructura de la franquicia NBA mucho más estable que la de la D-League.
Al continuar siendo una liga subordinada a la NBA, la D-League permite incluir en sus equipos a jugadores que las franquicias NBA quieren darle los minutos de juego de los que carecen en la liga madre. La condición que imponen las franquicias de la D-League es que sean jugadores que tengan como máximo 2 años de experiencia en la NBA. Esto permite un seguimiento de la evolución de determinados jugadores que, en ausencia de estos minutos, se verían relegados a calentar el banquillo de los compañeros, con una carencia total de progresión en su juego.
Como la liga NBA se reserva el derecho a repescar a sus jugadores, y de llamar a otros jugadores de sus franquicias subordinadas, las plantillas D-League no están cerradas a lo largo de toda la temporada. De hecho, es muy frecuente la asignación de un jugador un día concreto, y su repesca a los pocos días, con el consiguiente embrollo que supone al jugador. Obviamente, este tipo de comportamiento no beneficia a la mejora del desarrollo del jugador.
Algunos casos destacables de repesca de jugadores son Rafer Alston (base titular de Houston Rockets, que participó con los Mobile Revelers en la 2002-03), Chris Andersen (pivot de raza blanca que se hizo famoso por su horrible participación en el concurso de mates de la NBA de la temporada 2003-04), Ime Udoka (que deambuló por ligas menores hasta que fue repescado por Portland el año pasado, convirtiéndose en titular indiscutible), Kelenna Azubuike (escolta de los Warriors que destaca por su fortaleza física), Mikki Moore (veterano trotamundos que ha logrado afianzarse con un puesto en la rotación de los Kings) y Smush Parker (base que ha vestido varias camisetas NBA, pero fue en Los Angeles Lakers el año pasado cuando logró disfrutar de minutos).
Actualmente, 44 jugadores de la NBA han participado en la D-League (incluyendo cuando se denominaba NBDL - National Basketball Development League):
La lista completa de jugadores que han sido repescado alguna vez por alguna franquicia NBA es:
En la presente temporada, Eddie Gill ha sido llamado por los New Jersey Nets, y se especula con que no tardará en producirse la siguiente repesca. En la página oficial de la D-League aparecen algunos nombres interesantes. Las apuestas están abiertas...
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