

-Aaron Miles (B): ex-jugador de Kansas, subcampéon de la NCAA en la generación de Kirk Hinrich y Nick Collison. Rápido y hábil con el balón, necesitará adaptarse a la liga ACB lo antes posible, a pesar de tener experiencia ya en otros equipos europeos. Puede ser comparable a Hollis Price del año pasado, pero tendremos que esperar unas jornadas.
-Andrés Miso (B-E): ex-jugador de Estudiantes y Fuenlabrada, explotó su faceta anotadora el año pasado en el equipo fuenlabreño, siendo uno de los mejores en este apartado en lo que a nacionales se refiere. A pesar de su juventud, 23 años, tiene ya amplia experiencia ACB y tiene fundamentos para ser la referencia ofensiva de cada partido. Tiene que estar más concentrado en cada partido para no desaparecer, como le ocurrió en muchos de ellos.
-Pat Carroll (E-A): hermano del Bobcat Matt Carroll. Un jugador de corte parecido al hermano, pero con mucho menos talento. Buen tirador de 3, y buena altura para su posición. Tiene que demostrar que puede tener opciones de ser un fijo en la plantilla de Cajasol.
-Michal Ignerski (A): alero que puede jugar de 3 o de 4 según las necesidades del equipo. En el diccionario está la palabra "Irregular" al lado de su foto. Un día puede clavarte 4 triples y hacer 20 puntos, y al siguiente parece que no está en la pista, y pasa sin pena ni gloria. Tiene talento cuando quiere, y eso no es nada bueno para un equipo que necesita de una regularidad que le permita encarrilar los encuentros con mayor facilidad frente a rivales teóricamente inferiores.
-Michalis Kakiouzis (A-AP): tampoco es un portento de regularidad, pero por lo menos tenemos la garantía de que es competitivo en los momentos necesarios. Tiene un sentido especial para aprovecharse de los desaciertos rivales, generalmente en forma de rebote ofensivo más canasta, lo que le lleva a ser uno de los jugadores con mayor acierto en tiros de 2. De hecho, ha rondado cotas de efectividad desde esa posición del 70%, que no se veían desde los tiempos del gran Kenny Miller y compañía.
-Andy Betts (P): pivot con una ambición inversamente proporcional a su tamaño (y se trata de un 2,17m). Pese a su corpulencia y envergadura, no es una gran reboteador, ni un experto taponador. Puede anotar sus puntos (6-7 cada partido) a base de canastas fáciles que no le obliguen a forzar mucho la máquina. Si después de su paso por grandes equipos como Real Madrid, Tau Vitoria y DKV Joventut no ha cuajado grandes temporadas, tampoco es previsible que lo haga en el Cajasol, con plantillas muy inferiores a las anteriormente citadas.
-Antonio Bueno (AP): al bueno de Antonio le ocurre todo lo contrario: suele ser el jugador más tenaz e incisivo cuando comienza el partido, pero los malos porcentajes iniciales suelen desesperarle y comienza a volverse peor jugador de lo que es. De todos modos, su lucha en la pista puede contagiar al resto de compañeros. De vez en cuando, si el partido se le pone de cara, suele entusiasmarnos con un partido de más de 20 puntos.
-Inaki de Miguel (P): veterano del Vietnam, curtido en mil batallas, Iñaki no es el jugador que nos enganchaba en Estudiantes, porque ha perdido esa frescura e institnto para el rebote ofensivo. Sin embargo, puede aportar la veteranía y el saber estar en la cancha para hacer piña y no perder la concentración en los partidos tontos que de vez en cuando tiene el conjunto cajista.
-Tyronn Ellis (E): escolta americano con pasaporte georgiano, que básicamente pertenece a la plantilla por su condición de comunitario. No es que no tenga calidad para jugar en ACB, y de hecho sí que la tiene, pero resulta realmente discutible si no es posible encontrar algún jugador nacional que cumpla con las mismas expectativas que se tienen en Tyronn Ellis. Eminentemente tirador, podrá anotar muchos puntos en muchos partidos, sin duda porque se convertirá en la ametralladora del equipo, pero es cuestionable la labor de equipo que pueda realizar.
-Jesús Cilla (A): alero trotamundos que ha pertenecido a las plantillas de varios equipos ACB sin duda por su condición de nacional, y gracias a la ley deportiva que obliga a contar con 4 nacionales. Contará con pocos minutos durante la liga, y su labor va más encaminada a mejorar el rendimiento de sus compañeros en los entrenamientos.
-Antonio Bustamante (B): base de la cantera cajista, que lleva algunos años pidiendo una oportunidad en la primera plantilla, pero que, sin dudar de su calidad, le veo más llevando las riendas de algún equipo LEB Oro los próximos años. De todas formas, si participa en el juego, intentaré hacerlo lo mejor posible.
Además, este efecto se han incrementando en los últimos años, donde el jugador ha comenzado a tener carácter de referencia para una franquicia, como los casos de Stojakovic, Nowitzki, Gasol, y un largo etcétera. No obstante, aunque el acceso típico de estos jugadores a la liga se producen via draft, hay otros que han llegado por la puerta de atrás, han logrado hacerse un hueco en las plantillas, e incluso ya forman parte fundamental del engranaje de las franquicias.
El proceso más fácil es el draft, pero... ¿qué ocurre cuando el jugador es demasiado joven para disfrutar de minutos de calidad y al cabo de la temporada no responde a las expectativas? Que Nowitzki o Gasol sean unas estrellas NBA no significa que cualquier veinteañero con ciertas dosis de calidad en Europa pueda convertirse en un galáctico tras pisar tierras americanas. Los casos de Tskitishvili, Milicic, y compañía dan buena muestra de que los ojeadores también pueden equivocarse.
Es más, en otras ocasiones, las pretensiones de entrar en el draft de los jugadores europeos son tan extremas, que intentan por todos los medios que su nombre aparezca cuanto antes en los primeros puestos de las apuestas del draft. Si finalmente son elegidos en posiciones bajas, las opciones para entrar en la liga y contar para un entrenador son muy improbables, o simplemente se vuelven imposibles. Véase los Andriuskevicius, Lampe, Schortsianitis de turno. Jugadores con un talento innato para jugar al basket, pero no tienen ni la madurez, ni la templanza, ni el tiempo necesario para rendir siquiera en la ACB, ni mucho menos en la NBA.
Existe también el caso del jugador que ha preferido foguearse en las competiciones europeas durante un tiempo, mejorar como profesional en todos los aspectos, para poder dar el salto con más garantías de éxito. Recuerdo que cuando Pau Gasol fue drafteado, su hasta entonces entrenador en el Barcelona, Aíto García Reneses, Don Alejandro, le recomendó que no se precipitara en pegar el salto. Y le recomendó bien. Porque aunque Gasol se ha convertido en el mejor jugador español de toda la historia, ninguno de los presentes podía llegar a pensar que un joven de su escuálida figura por aquel entonces, podía transformarse en lo que es actualmente. Gracias, Don Alejandro, por tus sabios consejos, y gracias también por haberte equivocado. No es un reproche, es simplemente un reconocimiento a tu buena voluntad; pero es que este chico nos ha dejado a todos con la boca abierta.
¿Qué ocurre con J. Manuel Calderón? Pues bien, la explosión de los jugadores no se produce en todos a la misma edad, ni bajo las mismas circunstancias. Calderón se ha transformado en pocos años de roll-player en el Fuenlabrada a co-estandarte de la selección española. Sin duda, el proceso más impredecible, pero más efectivo y con menos riesgos. No fue drafteado por ninguna franquicia, pero el trabajo, el tesón y las ganas de ganar del extremeño le han convertido en referencia de Toronto y campeón del mundo.
Como veis, muchas son las posibilidades de entrar en la NBA, pero... ¿cuál es la mejor? Os lo dejo a vosotros.
www.cyberdunk.com