-Buenos días, ¿se puede pasar?
-Adelante, hijo, adelante. Tome asiento y cuénteme.
-Mire Doctor, mi problema es que nunca me sentí arropado en mi club de origen, el Real Madrid. Decían que tenía potencial, pero no me daban minutos, y por eso me sentía mal. Fui internacional con apenas 18 años, y esa circunstancia me llevó a pensar que tenía más posibilidades que cualquier otro jugador de mi club para gozar de oportunidades. Pero esas oportunidades llegaron con cuentagotas y apenas contaba para los múltiples entrenadores que tuve en ese tiempo.
-Comprendo, joven. Además de esos síntomas, ¿pensó alguna vez usted cambiar de equipo para tratar de resolver el problema?
-Pues... sinceramente, no. Pero ahora que lo comenta, podría ser una idea interesante. ¿Conoce usted algún club que trabaje con jugadores jóvenes con talento, dándoles oportunidades, ayudándoles a depurar sus virtudes y a mitigar sus defectos?
-Efectivamente conozco al menos uno. De hecho, yo mismo soy el actual entrenador de ese club. Le garantizo que si firma por nuestra entidad, lo le faltarán minutos, no se le sentará en el banquillo para los restos ante cualquier error humano y se sentirá menos presionado para llevar a cabo un labor específicamente diseñada para usted. ¿Qué me dice?
-Suena realmente bien, ¿qué medicación necesito para solventar esa patología?
-Humildad, trabajo y concentración. ¿Está dispuesto a aceptar la propuesta?
-Con los ojos cerrados. ¿Dónde tengo que firmar?
Entrevista virtual de Eduardo Hdez. Sonseca a la consulta del Dr. García Reneses
Por supuesto, esta recreación del momento en que Edu decidió firmar por la Penya es ficticia, pero la idea ahí consta. Eduardo Hernández Sonseca, jugador de 2,12 metros, con un físico envidiable para la práctica del baloncesto, ex-jugador del Real Madrid, ex-internacional, ex-promesa, ex-futuro pivot titular de la selección española... ex-tantas cosas.
El Real Madrid es una máquina de convertir grandes jugadores en héroes, pero también de convertir no tan grandes en villanos. Las exigencias de una institución centenaria provocan que las evoluciones de los talentos jóvenes no se produzcan en su propia organización. Los retos son tan altos desde el comienzo que los errores no se permiten, y los jóvenes que tienen menos experiencia necesitan cometer algunos errores para poder rectificar y mejorar su juego. Ante esa tesitura, el pez se muerde la cola. No hay minutos para los menos experimentados, no evolucionan, se tienen que marchar.
Cuando el joven es extranjero, la cosa cambia. Tiene más credibilidad: "Hombre, si lo han fichado, será por algo". Hervelle y Sekulic son jóvenes con talento que fueron fichados por la Casa Blanca como opciones de futuro de mejorar la plantilla, y lo han conseguido. Si Sonseca se llamara Sonsecic, quizá habría tenido más oportunidades para reivindicarse.
Por supuesto, esto no es una crítica a la política de cantera del Real Madrid (el míster Plaza ha reconducido el proyecto deportivo confiando cada vez más en casi adolescentes como Llull y Aguilar, aunque Llull haya sido repescado del Manresa). Es más una cuestión de agradecimiento a Aíto por su labor psicopedagógica. A los que le critican, a los que no creen en usted, a los que le ningunean. No hay forma mejor de responderles. Gracias Aíto.
No es fácil adaptar a un chaval de las características de Sonseca a la disciplina del Joventut. Allí todos participan, todos corren, todos juegan, todos son uno. Si pierde uno, pierde el equipo; si pierde el equipo, pierden todos. Unos tienen más responsabilidad ofensiva, otros menos, otros juegan más minutos, otros menos, pero la sensación de equipo no se disipa en ningún momento. En definitiva, todos luchan para conseguir un determinado fin: ganar el partido.
La evolución de Sonseca bajo la batuta de Reneses ha sido espectacular. De ser un agitador de toallas en el banquillo blanco, a ser parte fundamental de la rotación de los verdinegros, de manera que aparece en el puesto número 12 de toda la liga en cuanto a valoración global. Aporta puntos, rebotes, tapones, y una intensidad en ambas zonas que pocas, muy pocas veces se le había visto cuando participaba otras campañas. Es un jugador nuevo, desconocido, superior.
Su paso por el Gran Canaria le abrió la puerta de retorno al Real Madrid, pero se pegó de lleno con un juego interior salvaje con Reyes, Hervelle y Hamilton, y más tarde aparecieron Varda, Sekulic y Moiso (tras la lesión de Hamilton). Muchos tíos para tan pocos puestos. Estaba obligado a hacer tanto en tan poco tiempo que la presión le superaba, y sus actuaciones dejaban un regusto amargo. En el DKV los minutos le llegaron desde el principio: "Tío, eres un 2,12 con un potencial tremendo, demuestra lo que sabes, con humildad y con trabajo, contamos contigo". CONTAMOS CONTIGO. ¡Qué palabras más reconfortantes!
1 comentario:
Wenas Santi, espero que lo hayas pasado muy bien, durante estas vacaciones que ya han tocado a su fin. Respecto a tu entrada tiene un toque de humor que me encanta. ehnorabuena Santi cada día vas a mas, aunque no te creas que eres el unico que mejoras, yo he empollado mucho estas vacaciones para estar metido en la NBA.A ver si nos vemos por el msn y sinos el viernes hablamos en la radio.
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