La reciente explosión de Jamario Moon como alero titular de los Raptors, aportando en casi todas las facetas del juego, permite pensar que hay vida más allá de la NBA en lo referente al baloncesto americano. La CBA, USBL, y sobre todo la D-League, pueden presentar en casos puntuales algún que otro jugador interesante que se puede adaptar cual Moon a las necesidades específicas de un equipo. De hecho el seguimiento de estas ligas desde Europa es cada vez más exhaustivo. La llegada de Nik Caner-Medley al Grupo Dunas Gran Canaria lo confirma.
Para no desviarme del tema en cuestión, voy a retomar el fichaje de Jeremy Richardson por los Memphis Grizzlies. La franquicia de Tenneessee acaba de cortar a Tarence Kinsey de su plantilla. Kinsey, escolta-alero especialista defensivo que cumplía su segunda temporada con el equipo, estaba disfrutando de pocos minutos este año. Navarro y Jacobsen le han cerrado las puertas de la rotación de perímetro de los Grizzlies, y quizá esta opción ha podido ser las más satisfactoria para ambas partes. Teniendo en cuenta la buena labor de Kinsey durante el tramo final de la temporada pasada, su progresión parecía estancada con el sistema de Iavaroni importado de los Phoenix Suns. Seguro que alguna franquicia llama a su puerta en breve.
El tema es que Kinsey, que cumplían el rol de especialista defensivo, ha sido sustituído por Jeremy Richardson. Este jugador ya tiene experiencia en la NBA por los contratos temporales que le vincularon el año pasado a Atlanta y Portland, donde no logró hacerse un hueco en el roster final. Acostumbrado a salirse del boxscore en ligas menores, puede que haya llegado su momento. Su función en los Grizzlies viene a ser prácticamente la misma que la de Kinsey, a un precio similar (aunque podrían ahorrarse su ficha porque no tiene contrato garantizado). Se piensa que sus números pueden ser prácticamente iguales a los de Kinsey si cuenta con los mismos pocos minutos que el ex de South Carolina. Entonces, la pregunta es, ¿para qué realizan esta operación? ¿para ahorrarse masa salarial? Evidentemente no. ¿Para apostar por un jugador acostumbrado a rendir exclusivamente en ligas menores y que aporte lo mismo o incluso menos que Kinsey? A lo mejor la respuesta la tienen en el país vecino: Canadá.
Toronto cuenta en sus filas con una de las perlas de la CBA en años precedente, como es Jamario Moon. No creo que sorprenda si digo que no conocía de nada a este tipo, pero me llama la atención su rápida adaptación al basket NBA. No es un novato al uso. Con 27 años no necesita pasar por un período de aclimatación a sistemas, entiende los conceptos básicos del juego... algo que no se puede decir hoy en día de muchos de los jóvenes que llegan a la NBA. En un deporte que cada vez es menos deporte y más espectáculo, donde se valora más un mate que un bloqueo ciego, los novatos llegan que menos nociones tácticas que cualquier jugador que lleve jugando a esto durante más tiempo.
Richardson tiene pinta de ser un jugador ya hecho, que no necesita que nadie le explique cómo se defiende un pick and roll ni dónde debe colocarse para capturar un rebote con garantías. Un Jamario Moon. Sin haber visto a Jeremy todavía, el instinto me dice que debe ser un buen atleta, con movimientos coordinados, con buena mano desde todas las posiciones de la cancha, y con una envergadura que le permite cortar las líneas de pase a los jugadores de perímetro. Es por ello por lo que fue considerado como uno de los mejores defensores de la D-League el año pasado.
Con movimientos de este tipo, la NBA puede convertirse en el sumidero de estos buenos jugadores semidesconocidos en relativamente poco tiempo. Puede que me adelante al futuro, pero creo que esa será la evolución de la D-League, por ejemplo. De hecho, es para eso para lo que se refundó, por lo que tiene bastante lógica. Algunos vaticinaban su fracaso en el mismo momento de su creación. Lo que no se daban cuenta era de que se creó para esto, para suministrar especialistas en vez de superestrellas.
El tiempo dará y quitará razones...
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