Cortina de humo

El reciente batacazo del Real Madrid de baloncesto en los playoffs frente a Unicaja de Málaga puede tener consecuencias inmediatas en la dirección del equipo. La indiscutible situación de privilegio del técnico Joan Plaza parece que se torna discutible, y el aura de excelencia de algunos jugadores parece llegar a su fin.

Algunos diarios deportivos apuntan al posible interés del Real Madrid en contar con Marc Gasol para la temporada que viene. El pívot catalán tiene contrato con el Akasvayu Girona, y sus derechos están sujetos a tanteo por parte del Barcelona, que puede igualar cualquier oferta que reciba el jugador. La gran temporada del de Sant Boi no ha pasado desapercibida para ninguno de los grandes de Europa, y el Madrid no quiere perder el carro. Además de eso, permitiría una solución drástica para acallar las críticas y ganarse el beneplácito de la afición, tan enfadada por la imagen mostrada por el conjunto blanco frente a Unicaja. Es creíble ese interés, pero resulta cantoso que el aparato mediático que rodea al Madrid haya informado sobre el mismo tan poco tiempo después de la eliminación.

No conformes con eso, ahora también afirman que Rafa Martínez lo tiene hecho con el Madrid. Sus fuentes serán todo lo fiables que quieran, pero la artimaña de los blancos suena más a cortina de humo que a verdadero interés por mejorar la plantilla. Rafa Martínez puede convertirse en un jugador importante si se producen varios descartes para la temporada que viene, pero si el núcleo duro del Madrid permanece inalterable, le auguro muchísimos minutos en el banquillo al tercer máximo anotador nacional de esta temporada.

A pesar de ello, la necesidad de un cambio es público y notorio. Es más que probable que Louis Bullock sea uno de los mejores anotadores que juegan en Europa, pero sobre él recae un cierto peso de indolencia (o incapacidad) defensiva, que repercute en el resto del equipo. No se le puede achacar falta de profesionalidad, o falta de centímetros (eso es de cajón), pero es notorio que la tendencia de reconvertir bases a escoltas impida gozar de jugadores más versátiles en cuanto al resto de facetas del juego en las posiciones en las que se desenvuelve el bueno de Bullock. Es natural, pues, que en el entorno madridista se esté pensando en un relevo generacional y evolutivo en este puesto en concreto.

Si bien ese cambio sería de renombre, el verdadero quebradero de cabeza es el de Lazaros Papadopoulos. Firmó un contrato millonario durante el verano pasado, y estaba llamado a ser la referencia ofensiva y defensiva junto a Felipe Reyes. Y no ha pasado de ser un jugador lento, pesado, a menudo torpe, que ha recordado a la versión más patética del ínclito Dragan Tarlac. Lo difícil ahora será buscarle un equipo a Lazaros, porque el contrato que le hizo el Madrid sólo está a la altura de los CSKA, Maccabi o Barça. Aún con buen cartel, las carencias mostradas por el ruso con pasaporte griego son tan evidentes que se me antoja poco probable la salida del gigante antes de la finalización de su contrato. Cualquier otra noticia sería destacable.

Los que parecen fijos son los bases, Raül López, Kerem Tunceri y Sergi Llull. A ellos se le ha unido Van Rossom, un base belga prácticamente desconocido para el gran público, y que sólo Joan Plaza sabrá dónde colocarle. Si el fichaje de Rafa Martínez se hace oficial, al igual que la vuelta del croata Marko Tomas, la masificación de jugadores en el perímetro blanco es manifiesta. Se aceptan apuestas para saber quién es el que abandona el barco.

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