El traspaso de Ben Wallace a Cleveland Cavaliers deja señales claras de cambio de rumbo en el juego interior de los Bulls. El otrora mejor jugador defensivo de la liga no ha terminado de cuajar con la franquicia de Illinois, y tendrá una nueva oportunidad en el equipo liderado por LeBron James. La influencia de la firma de un contrato claramente sobrevalorado y el evidente declive de su sobriedad defensiva no acabaron de convencer a los técnicos.
Y es que si bien Big Ben todavía podía hacer una labor decente en una de las canastas, en la otra sus carencias se hacían todavía más explícitas. Ante la falta de capacidad ofensiva, la apuesta por un valor emergente se hacía indispensable. Los temores surgidos por la falta de acierto en las primeras semanas del presente curso baloncestístico de Joakim Noah, llegaron a meter el miedo en el cuerpo a John Paxson y los suyos ante la posibilidad de haber drafteado al pufo de este año.
En segunda ronda los Bulls tuvieron la suerte de hacerse con los derechos de un tapado, Aaron Gray, que en parte solventó las carencias de Wallace en ataque y distrajo la atención a los espectadores. No sólo formó parte del quintento titular de Chicago sino que se llegó a pensar que podía ser una buena opción de futuro de cara a una reconstrucción a corto plazo. Pero ese pensamiento duró poco. Si bien podía llegar a ser un jugador de garantías para preservar la rotación del banquillo, Chicago tenía en mente una opción más anotadora y de mayor upside, y ésta tendría que ser por ahora Joakim Noah.
El bicampeón universitario tenía que ponerse las pilas para demostrar lo que no había demostrado durante las primeras jornadas, pero ahora con mucha mayor exigencia. La titularidad era suya a cambio de una aportación al equipo en ambos lados de la cancha. Noah siempre fue respetado como una amenaza defensiva por su timing de salto y su rapidez de manos y pies, pero tampoco es que brillara en su etapa universitaria por su labor anotadora. De todas maneras, sus facultades atléticas y su coordinación de movimientos le podía otorgar cierta ventaja frente a sus rivales.
La situación está ahora mismo en ese impass de espera. Los Bulls no pudieron hacerse antes de la fecha límite de traspasos con ninguna opción anotadora de garantías para el poste, y eso le asigna a Noah el roll de pívot titular de Chicago. De cara al próximo draft existen varios prospectos que podrían interesar en la ciudad del viento (Brook Lopez, DeAndre Jordan, Kevin Love,...), así que cuanto antes se ponga las pilas Noah, antes se solventarán los quebraderos de cabeza en Chicago para configurar una plantilla competitiva en el juego interior, y no tendrá que hipotecar su futuro a la suerte de otro joven sin experiencia. Otro diamante en bruto. Otro año más.
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