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lunes, 11 de febrero de 2008

DKV Joventut: el fin de la travesía en el desierto


La Copa del Rey 2007-08 ya tiene campeón, y no es otro que el DKV Joventut. La actuación del conjunto badalonés ha sido sencillamente impecable. Con un plantel formado esencialmente por jugadores jóvenes y con un talento descomunal, el club verdinegro se reivindica como un club grande, con solera, con historia.

Tras varios años de desamparo promocional y de decadencia social, el Joventut de Badalona vuelve por sus fueros, y lo hace por la puerta grande: logrando un título de prestigio como la Copa del Rey. Y es que se echaba de menos en el circuito más selecto del baloncesto nacional la presencia de un clásico como el Joventut.

Desde la llegada de Jordi Villacampa a la Presidencia del club, las cosas se están haciendo bien y los resultados están acompañando. Como los recursos económicos no son tan desorbitados como los de sus cuatro grandes competidores, Real Madrid, Barcelona, Unicaja y Tau, el principal filón de la institución reside en la cantera. La impulsión de la política de cantera ha dado al club verdinegro unos frutos tan apreciados como Rudy Fernández o Ricky Rubio, pero tampoco hay que olvidar que por allí también surgieron nombres como los de Raúl López, Sergi Vidal, Alex Mumbrú o Albert Miralles.

A lo mejor el quiz de la cuestión ha sido la contratación de un entrenador que apuesta claramente por la cantera. Aíto García Reneses se ha convertido en el hombre pegamento, que coge las piezas de un puzzle y las pega para que queden lo más estable posible; y la confección resultante parece no tener fisuras... ¿o sí? Me explico: esta apuesta por la cantera tiene la gratificación de la formación de un modelo de jugador disciplinado, con categoría profesional y personal, y que disfruta con el deporte además de competir en él. El problema llega cuando suenan campanas de NBA en las inmediaciones de los chavales. Eso pasó con tantos... que ahora existe miedo a que pueda volver a pasar con la doble R.

El caso de Rudy es el más natural: aparece en la escena profesional y poco a poco se gana la titularidad y el reconocimiento de sus entrenadores. De hecho, se convierte en uno de los jugadores más jóvenes en debutar con la selección absoluta. Tras jugar bajo la atenta mirada de cientos de scouts que han pasado por los pabellones europeos, no sucumbe a la tentación y espera a la edad límite de entrada al draft, es decir, el año pasado. Punto para Aíto. No sólo no pega el salto el verano pasado, sino que renueva su contrato por el Joventut por tres años, con cláusula de salida pactada con el club. Como consecuencia, Rudy se garantiza minutos y evolución al amparo de Aíto, y a su vez la Penya se permite el lujo de contar por un número indeterminado de años con un jugador que puede marcar una época en el baloncesto nacional. De hecho, ya está marcando esa época. Si la cosa no cambia, Rudy hará las maletas destino Portland este verano habiendo avasallado por completo en la categoría, demostrando que tiene cabida aquí y allí. Si además existe compensación económica por parte de la franquicia de Oregon, jugada maestra. Juego, set y partido.

Ricky es diferente. Con 15 años ya entusiasmaba, con 16 mandaba en la dirección de juego, y con 17 directamente domina. El prototipo de evolución perfecta. La aparición de Ricky coincide casi en el tiempo con la llegada de Aíto. ¿Coincidencia? No. ¿Qué entrenador va a dar la confianza a un imberbe con más pinta de poppi que de tío experimentado? En ACB, sólo uno. En el resto ya no sé, pero aquí en España dudo mucho que la situación hubiera sido similar si cae en manos de un... de turno (mejor me lo callo).

Bueno, y no quiero olvidar a los próximos en llegar: Pau Ribas y Pere Tomas. Si bien estos son más desconocidos para el gran público, vivir bajo el brazo de Aíto puede catapultarles en sus carreras profesionales.

En definitiva, que el trabajo bien hecho a partir de la confianza en los jóvenes talentos, el sentido común y el espíritu colectivo ha propiciado el resurgimiento de la Penya como potencia baloncestística nacional. Esta Copa del Rey da buena muestra de ello, y esperemos que los éxitos continúen, por el bien de este deporte.

No quiero dejar pasar la ocasión de felicitar al iurbentia Bilbao por su gran papel en la Copa. Otro equipo que empieza a hacer las cosas bien con medios limitados. ¿A ver si vamos a tener en Vidorreta al próximo Aíto? Perdón por ser tan pesado con D. Alejandro.

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