Este blog está dedicado generalmente al baloncesto, pero hay ocasiones en las que merece la pena realizar una reflexión sobre otros temas.
Algunos ya me vais conociendo. Vivo en Sevilla (aunque no nací aquí) y reconozco que cada año que he pasado en esta ciudad he ido impregnándome de un sentimiento sevillista que no pensaba que llegaría a tener. Por supuesto, no viene influenciado por los éxitos recientes, sino que comenzó hace muchos años. He visto al Sevilla descender a 2ª División, sufrir económicamente, le he visto remontar el vuelo, impulsado por un motor a reacción que se llama cantera, y le he visto encumbrarse como el mejor club del año pasado y, al ritmo que va, imagino que también de
éste.
Esta tarde he pasado por el Sánchez Pizjuan. Desde las 6 de la tarde había gente en el estadio esperando el féretro con los restos de Antonio Puerta. Gente del Sevilla, gente del Betis, gente que no tenía nada que ver con el fútbol, gente de todas las procedencias. Pero había algo que tenían en común: una tristeza enorme por la pérdida de un chaval que habían hecho suyos.
La muerte de este chaval supone algo más que una pérdida para una familia, para un equipo o para una institución. Sin duda, ha sido la desaparición de un símbolo para una generación de chavales cuyo modus vivendi fue sacar a su Sevilla del pozo de la 2ª División, que querían verle codearse con los mejores, que querían triunfar en su Sevilla desde la cantera, que querían llegar a la Selección, y que no querían dejar de ser humildes. Que querían ser como Puerta.
Unidos bajo un mismo dolor, muchos sevillanos están dando ahora mismo el último adiós a Antonio Puerta. De 22 años, con una pareja que esperaba un hijo dentro de dos meses, con una familia que le apoyaba y le quería, y con toda una vida por delante. La vida es a veces tan cruel y la muerte tan impaciente...
Espero que si alguien ajeno a la ciudad lee estas palabras, pueda comprender la trascendencia de esta pérdida.
Desde este humilde blog mando un abrazo y mi sincero pésame a la familia de Antonio Puerta. Descanse en paz.
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