Por circunstancias personales, me mantendré desconectado del blog durante un tiempo. Espero volver lo antes posible.

Gracias por vuestra comprensión y un saludo a todos.

lunes, 21 de julio de 2008

La ley de los petrodólares comunicantes

Recuerdo hace años que la llegada de Dominique Wilkins al Panathinaikos fue un shock para el mercado europeo de baloncesto. Nunca antes (al menos que yo recuerde) había aterrizado en el Viejo Continente semejante estrella para reconducir la trayectoria de un equipo que siempre tuvo que vivir hasta esa época a la sombra de su más directo rival, Olympiakos. Wilkins ya no era el jugador que deslumbró en su etapa dorada en Atlanta, pero en el poco tiempo que estuvo en Grecia consiguió enfervorizar a un público ávido de grandes estrellas.

Era el momento del despegue de los grandes jugadores europeos hacia el olimpo NBA. Sabonis, Kukoc, Radja,... marcharon por aquellas época y dejaron la impronta de jugadores con clase y con extraordinarios fundamentos. Más tarde llegaron los Ilgauskas, Nowitzki, Stojakovic,... como colofón a esta etapa, nuestro Gasol no tardó en cruzar el charco, y con apenas 21 años empezó a demostrar la valía de los grandes jugadores europeos.


Arvydas Sabonis

Como contraprestación, la calidad de los jugadores americanos que llegaba a Europa para buscar un sitio que no había conseguido encontrar en un roster NBA era cada vez más pobre. Salvo grandes excepciones, los jugadores americanos no dejaban de ser otros eslabones más en la cadena de un equipo, pero sin llegar a marcar las diferencias que solían marcar años antes.

No obstante, a raíz del éxito de tipos como Nowitzki, Gasol o Stojakovic, la NBA se fue poblando de demasiadas futuras estrellas que nunca llegaron (ni llegarán) a ser tan grandes como sus predecesores. Las ganas de conseguir a un nuevo Nowizki obligó a Seattle a draftear, hace pocos años, a un desconocido Peter Fehse, del que nadie supo más, y a Denver al georgiano Nikoloz Tskitishvili, que poco consiguió demostrar en los tres años aproximadamente que estuvo agitando toallas en los banquillos. Su paso por la ACB tampoco dejó grandes detalles, por lo que las esperanzas de la mayoría de franquicias americanas por emular a Dallas en el 1998 se quedaron muy atrás.

El continuo flujo migratorio de jugadores en ambas direcciones del Atlántico parecía cada vez más sistemático, por lo que las distancias deportivas entre el basket europeo y americano fueron decreciendo hasta el día de hoy, donde no es infrecuente que en pretemporada algún conjunto FIBA dé la sorpresa a las estrellas NBA.


Zoran Planinic

La devaluación del dólar y la incipiente entrada de capital procedente del petróleo (generalmente ruso) al baloncesto europeo ha supuesto una revolución absoluta en los esquemas del mercado internacional. Tras la vuelta a Europa de gente como Jiri Welsh, Zoran Planinic, Maciej Lampe,... este último verano estamos siendo testigos de un fenómeno a estudiar: la ley de los petrodólares comunicantes.

Tan sencillo como que el euro vale mucho más que el dólar, y que los magnates rusos están dispuestos a hacer de los equipos de los que son dueños unos conjuntos de categoría internacional.

El ejemplo más sencillo es el Khimky de Moscú. Ha anunciado recientemente el fichaje del argentino Carlos Delfino, y está dispuesto a echar el resto por Jorge Garbajosa. En sus filas ya cuenta con gente como Daniel Ewing, Jerome Moiso, Milt Palacio y Pat Burke, jugadores que, unos más y otros menos, han disfrutado de minutos en la NBA. Otros que tienen un gran futuro en ese equipo son Vladimir Verameenko (pretendido por los grandes de Europa), Vitaly Fridzon (ya juega sus minutos con la selección rusa) y Clay Tucker (que suele dominar en la liga de desarrollo americana, la D-League).

Del CSKA ya no hace falta hablar, porque tiene por enésima vez una plantilla de calidad descomunal, histórica. También están haciendo su esfuerzo por reconstruirse el Dinamo de Moscú. Los últimos rumores también dan como refuerzo del Dínamo de Moscú a Bostjan Nachbar, alero ex-Net que ha disfrutado de muchos minutos durante la temporada pasada y que es aún muy joven.


Bostjan Nachbar

Pero la gran campanada del verano puede darse en Grecia, si se concreta el fichaje de Josh Childress por el Olympiakos. Sin duda, el equipo del momento, los del Pireo agrupan juventud y veteranía, talento y fuerza, y posiblemente el factor Childress. Obviamente Josh no llegaría como salvador del equipo, porque sinceramente, en la actualidad la plantilla de Olympiakos es la mejor de Europa. Papaloukas, Macijauskas, Vujcic, Greer, Halperin, Bouroussis, Teodosic,... y muchos más.

Josh Childress es el jugador de la plantilla de los Atlanta Hawks que menos recurre a los argumentos físicos del resto de compañeros de su equipo. Tiene unos grandes fundamentos técnicos, y una capacidad innata para buscar posiciones cómodas de tiro. Prácticamente nunca fuerza las jugadas, por lo que destaca en las pocas pérdidas de balón que sufre y en los grandes porcentajes de tiro que atesora, cercanos al 60% en tiros de campo, a pesar de no ser un especialista desde la línea exterior. En un Olympiakos que tienen en el puesto de alero su posición peor cubierta, Childress se adaptaría a la perfección. Josh sólo sería la guinda del pastel. Pero menuda guinda.


Josh Childress

1 comentario:

drazgon dijo...

Bueno, pues lo de Childress, efectivamente puede ser un bombazo total!!
Se dice que ya está en Atenas para ultimar su fichaje!
En nuestro blog puedes ver la ficha que le hemos hecho:
http://baloncestistas.blogspot.com

Un saludo.