Por circunstancias personales, me mantendré desconectado del blog durante un tiempo. Espero volver lo antes posible.

Gracias por vuestra comprensión y un saludo a todos.

martes, 25 de marzo de 2008

Lamar Odom insaciable


No es de los jugadores más carismáticos de la NBA, ni de los más espectaculares, pero por los méritos conseguidos durante las últimas semanas, merece la pena abrirle un hueco en este blog.

Lamar Odom no es un reboteador compulsivo ni unidimensional, sino más bien todo lo contrario. Las estadísticas a veces pueden mostrar una versión de cada jugador que no se corresponde con lo que luego se observa durante el partido. A lo mejor los 20, 21 o 22 rebotes que Odom está promediando los últimos encuentros pueden llevar a equívoco, pero lo cierto es que son cifras al alcance de los elegidos.

Lo cierto es que la prensa angelina se está haciendo eco desde hace un tiempo del extra de motivación que está demostrando este ala-pívot tras el fichaja de Gasol por los Lakers. Quizá ante el miedo de un posible traspaso que lo llevaría a un equipo sin duda con menos aspiraciones de cara al título, este versátil jugador está ofreciendo a la grada amarilla la mejor cara que se le recuerda en un tiempo. A lo mejor nunca será la piedra angular de un proyecto deportivo, porque no tiene carácter ganador de los elegidos, pero es notable su aportación en casi todas las facetas del juego, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un 2'08, con una visión colectiva inusual para alguien de su tamaño y posición.

Reconozco que es una de mis debilidades, y que pertenece a ese conjunto de jugadores injustamente infravalorados por entrenadores y afición por culpa de no disponer de unos números de relumbrón. Y qué más da. Si luego es capaz de hacer lo necesario para que la verdadera estrella del equipo tenga el camino liberado, pues a mí me vale.

Algunos nostálgicos recordarán la figura de Danny Manning, uno de los jugadores con más clase de los últimos años, que por culpa de las lesiones no pudo brillar como es debido. Decir que Odom tiene la misma clase que Manning quizá se antoja excesivo, pero por lo menos decir que sus facultades físicas y técnicas son similares ya no es tan exagerado. De hecho, Odom tiene la ventaja de que incluso, con sus 28 años, todavía parece tener un plus de mejora impropio de alguien que lleva los suficientes años en la liga como para pertenecer al club de los "se dejaba llevar".

Las esperadas vueltas a las canchas de Pau Gasol y Andrew Bynum seguro que recortarán minutos a Odom, pero no restarán ni un ápice de la importancia en la rotación de hombres interiores de este genial ala-pívot. Se especula con un desplazamiento al puesto de alero, por su manejo de balón y visión de juego, pero tal circunstancia se me antoja complicada porque Phil Jackson ya cuenta con dos jugadores de diferente perfil para esa posición, como Walton y Radmanovic, pero tampoco podría asegurar nada.

Veremos hasta cuándo dura la racha reboteadora de Odom en las próximos jornadas.

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