Nocioni y una sarta de verdades

Las últimas declaraciones del argentino Andrés Nocioni en las que pone a caer de un burro a sus compañeros de los Kings, y de refilón a sus ex de los Bulls, me remiten a pensamientos pasados y que nunca antes había plasmado en el blog. Antes que nada, comento la dureza de las palabras de Nocioni, más por ser a destiempo que por ser un vago reflejo de la realidad en Sacramento. Viendo el punto de profesionalismo que debe regir en una liga a la que se le supone un nivel máximo de talento, tales comentarios no hacen más que ensuciar el ambiente de un vestuario en el que proliferan jóvenes con potencial para ser estrellas pero que distan mucho de ser ahora mismo. Calculo represalias, vía técnico o vía GM. Y ahora saco las conclusiones:

En primer lugar, no hace falta que comente ya la tan traída historia sobre la diferencia fundamental entre los estilos de juego europeo y americano. Hasta este punto todo el mundo lo tiene claro. Sin embargo, ¿cuál es el porcentaje de franquicias de la NBA que conforman un equipo de acuerdo a un estilo sin importar el régimen económico estricto? Y sobre todo, ¿qué tipo de adaptación tendría que llevar a la práctica un entrenador europeo para acoplar toda una ética y estilo de trabajo a un equipo americano?

Respecto a la primera pregunta, tengo mis dudas. No sé si la anarquía es un estilo impuesto por la mercadotecnia NBA o simplemente consecuencia de una falta de preparación de mecánica de grupo. Eso sí, la anarquía es, a buen seguro, el estilo dominante de la mayoría de las franquicias. Basta poner un ejemplo. ¿En cuántas posiciones se dividen los jugadores en la cancha? ¿3? ¿Acaso un escolta sabe y puede hacer lo mismo que un base? ¿Y lo mismo para un alero o un ala-pívot? Señores de la NBA, ¿todavía no se han dado cuenta de que el verdadero talento es el colectivo? No estoy hablando de una especialización masiva para cada puesto, que incapacite a un base jugar al poste, o a un ala pívot tirar algún triple, pero a buen seguro, las cualidades que se buscan en cada posición son muy diferentes. En el momento en que cada jugador realiza la guerra por su cuenta, obviando el criterio colectivo del entrenador - si es que lo tiene - está provocando desequilibrios en defensas y sobre todo, pérdidas de balón inútiles. Los equipos medio-bajos de la NBA ponen ejemplos de esa actitud cada noche. Nocioni dixit.

Otro ejemplo. Es muy bonito ganarse el título de megaestrella a un lado de la cancha, pero es mucho más sacrificado serlo en la otra mitad del campo. Me explico: puede que Tracy McGrady tenga un talento individual enorme para unas cosas, pero los Houston Rockets están funcionando sin duda mejor sin él. Pueden perder partidos, está claro, pero la sensación de compacidad y de desplazamiento armónico son la envidia del resto de equipos. ¿Cómo puede ser que Houston funcione mejor con Artest y Battier estando McGrady lesionado? Yao dixit.

Respecto a la segunda pregunta - la del entrenador -, no tengo ninguna duda. Fracaso al canto. ¿Por? Por lógica. Tan sólo un equipo con manager europeo, técnico europeo y mayoría de jugadores con experiencia europea podría asimilar la transición a una disciplina castrense de Ivanovic o un sentido táctico de Messina, y mucho menos la suma de ambos dos. Vamos, o eso, o ese que se trata en realidad de un contender con máximas aspiraciones. Dijo Rony Seikaly cuando fue despedido por el FC Barcelona que Aíto García Reneses había sido el peor entrenador que había tenido nunca. Alma de cántaro, ¿tú has sabido alguna vez qué es un entrenador? Vale, con Aíto no soy imparcial, pero lo que no me podéis negar es que Aíto podría dar lecciones tácticas a un porcentaje muy elevado de técnicos de la NBA. No es por comparar, pero que Seikaly no me provoque. Veni, vidi, fracaxit...

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