Mike Smith, el baloncesto por devoción

A sus 45 años, el alero Mike Smith ha decidido descolgar sus botas y sumergirse de nuevo en el mundo del baloncesto, para recalar en el Ciudad de Dos Hermanas de la Primera Andaluza. Tras 8 años de retiro, decide probarse en una liga de mucho menos nivel, pero que le permitirá reconciliarse con las sensaciones perdidas en estos años.

Como ya hay otras webs que han hablado del tema, no voy a redundar en el palmarés histórico de Mike Smith, ni de sus participaciones en la selección española, ni de miles y miles de datos que hacen de este sevillano de adopción uno de los jugadores legendarios de nuestro baloncesto. Prefiero destacar la figura de una persona que no puede vivir alejada de las canchas, que tiene una vocación completa por el baloncesto y que disfruta de él hasta el punto de no importarle batirse el cobre con cientos de jóvenes, que podrían ser sus hijos, con tal de respirar la agradable atmósfera de un parquet.

La vuelta de Smith supone un retorno de los clásicos, una época en la que el baloncesto no tuvo el apogeo y el reconocimiento actual, y que sirvió de puente para los gloriosos años 80, posiblemente la etapa más añorada del baloncesto nacional. Sus coetáneos prefieren ver el baloncesto desde la tele, la grada o los banquillos. Mike tiene aún fuerzas y ganas para demostrar que este deporte no tiene edad, y muchos que peinamos canas - por peinar algo - lo agradecemos.

A pesar de ser un portento atlético y un obseso de la preparación física, los años no pasan en balde, por lo que no creo que vaya a significar una revolución en el equipo en el que recala, pero eso sí, podrá enseñar todas esas cosas que un chaval de su experiencia tiene guardado como tesoro. Siempre he sentido un respeto especial por los que tienen, además de una experiencia vital extraordinaria, unas ganas por contar, enseñar y educar para el beneficio de las generaciones más jóvenes.

Enseña, Mike, enseña, que algo queda. Y suerte en tu nueva andadura.

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