Ni con Triano ni con "El Tato"

Muchos veían en Jay Triano, actual técnico de los Raptors, el punto de inflexión necesario en la franquicia canadiense para mejorar los resultados. Pero el rival de anoche no tenía el más mínimo interés en darles la razón. Los Blazers de Rudy y Sergio siguen a lo suyo, ganando partidos y buscando un cada vez más prometedor balance de cara a los playoffs. Les costó más que en otras ocasiones, porque la NBA tiene tantos partidos que mantener el nivel exhibido en otros tantos resulta cuanto menos harto complicado.

Si la apuesta por Triano, canadiense de pro, y por ello el mejor colocado de entre los técnicos availables - qué palabra más graciosa para describir la situación - para continuar en el banquillo, no sale bien, no me extrañaría que el Pepito Grillo de Colangelo, el italiano Maurizio Gherardini, promoviera sus influencias para gestionar la posible contratación de Ettore Messina para el año que viene. De entre los técnicos europeos, Messina es el que más prestigio internacional tiene - y sigue haciendo méritos para ello.

Y es que hay muchas cosas comunes en esto del deporte de alto nivel: cuando las cosas no van bien, el que paga el pato es el miembro más débil de la cadena. Siempre será más fácil echar a uno que a quince... Pero macho, Colangelo, ¿acaso no te das cuenta como los demás de que la plantilla está mal hecha? Que el quinteto inicial sea competitivo no significa que el banquillo no necesite grandes refuerzos. Si quieres medirte de igual a igual con los grandes, necesitas de piezas en el banquillo que en momentos puntuales incluso mejoren a los titulares. Ahora sí se están arrepintiendo de las firmas de contratos de Kapono and company. ¿Saben que jermaine O'Neal cobra este año 21 kilitos y el año que viene 22? Sobran las palabras.

Y como en todos lados cuecen habas, hay otros banquillos calientes en el panorama NBA. Randy Wittman de Minnesota y Marc Iavaroni de Memphis tienen sus días contados. Suma y sigue.

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